Compota de manzana y grosella con anís – una bebida afrutada y aromática

Compota de manzana y grosella con anís – una bebida afrutada y aromática

La compota de manzana y grosella con anís es una bebida deliciosa que combina la dulzura natural de la manzana con la acidez de las grosellas y el aroma especiado del anís. Esta combinación crea una bebida perfecta para cualquier ocasión, que se puede servir tanto caliente en días fríos como bien fría en verano para refrescarse. El anís, con su sutil sabor especiado, añade una profundidad que hace que esta compota sea aún más interesante y reconfortante.

Esta receta es fácil de preparar y solo requiere unos pocos ingredientes básicos. Es perfecta para disfrutar en familia y es también una excelente opción para acompañar postres o comidas ligeras.

Ingredientes:

  • 3 manzanas (pueden ser Granny Smith para un toque más ácido o Golden para una versión más dulce)
  • 300 g de grosellas (frescas o congeladas)
  • 1,5 litros de agua
  • 150 g de azúcar
  • 2 estrellas de anís
  • 1 cucharada de jugo de limón
  • Hojas de menta fresca para decorar (opcional)

Pasos para preparar la compota de manzana y grosella con anís

  1. Preparar las manzanas y las grosellas:
    Comienza lavando bien las manzanas. Quítales el corazón y córtalas en cubos pequeños. No es necesario pelarlas, ya que la piel de la manzana aporta nutrientes y textura a la compota. Si usas grosellas congeladas, no es necesario descongelarlas antes de cocinarlas.

  2. Cocción de la compota:
    En una olla grande, vierte el agua y lleva a ebullición. Añade los cubos de manzana, las grosellas y el azúcar. Remueve bien hasta que el azúcar se disuelva completamente. Añade las estrellas de anís y el jugo de limón. El jugo de limón no solo ayudará a preservar el color de las manzanas, sino que también añadirá un toque de acidez que equilibra la dulzura de la fruta.

  3. Dejar hervir a fuego lento:
    Reduce el fuego y deja que la mezcla hierva a fuego lento durante unos 15-20 minutos, o hasta que las manzanas estén tiernas pero no deshechas. Las grosellas comenzarán a liberar su color y sabor, haciendo que la compota tenga un tono rosado muy atractivo. Remueve de vez en cuando y asegúrate de que las frutas no se deshagan demasiado, ya que queremos que los trozos de manzana queden bien visibles.

  4. Retirar las estrellas de anís:
    Una vez que las frutas estén cocidas, retira las estrellas de anís para evitar que el sabor se vuelva demasiado fuerte. El anís debe aportar un toque especiado sutil que complemente los sabores frutales sin dominarlos.

  5. Enfriar la compota:
    Deja que la compota se enfríe a temperatura ambiente antes de pasarla al refrigerador. Puedes servirla bien fría en verano con algunos cubitos de hielo, o caliente durante el invierno para una bebida reconfortante. Si prefieres una compota más clara, puedes colarla para eliminar los trozos de fruta, o dejarla tal cual para disfrutar de toda la textura y sabor de la fruta cocida.

Cómo servir la compota de manzana y grosella con anís

La compota de manzana y grosella con anís es versátil y puede servirse de muchas formas. Para un toque decorativo, añade algunas hojas de menta fresca o unas rodajas finas de manzana a cada vaso. Si la sirves fría, unos cubitos de hielo y una rodaja de limón también aportan un toque refrescante. Si la sirves caliente, es perfecta para acompañar con una rama de canela para intensificar el carácter especiado de la bebida.

Esta compota es ideal para servir durante un brunch o como una bebida especial durante la tarde. También puedes utilizarla como base para cócteles sin alcohol, añadiendo agua con gas o soda para hacer una versión espumosa y más festiva.

Consejos y variaciones de la receta

  • Ajustar la cantidad de azúcar: Puedes ajustar la cantidad de azúcar según tus preferencias personales. Si prefieres una bebida menos dulce, puedes reducir la cantidad a 100 g. La manzana y la grosella ya aportan su propia dulzura natural.
  • Añadir especias adicionales: Si te gustan los sabores especiados, puedes añadir una rama de canela durante la cocción o incluso un par de clavos para aportar un perfil aromático más complejo.
  • Otras frutas: Si lo prefieres, puedes añadir otras frutas como peras o frambuesas. Estas frutas se combinan muy bien con la manzana y la grosella, aportando nuevas notas de sabor y haciendo la compota aún más interesante.

¿Por qué preparar la compota de manzana y grosella con anís?

La compota de manzana y grosella con anís es una bebida deliciosa y versátil, perfecta para cualquier época del año. Las manzanas son una excelente fuente de fibra y vitamina C, mientras que las grosellas son ricas en antioxidantes. El anís, con su sabor suave y especiado, aporta un toque aromático único que hace de esta compota algo especial y diferente de otras bebidas frutales.

Preparar compotas caseras te permite controlar la cantidad de azúcar y evitar conservantes y aditivos artificiales, ofreciendo una alternativa más saludable y natural a las bebidas comerciales. Además, puedes ajustar la receta a tu gusto, añadiendo más o menos especias, o incluso probando con diferentes frutas según la temporada.

Prueba esta receta y disfruta de la combinación de sabores frescos y especiados. Ya sea caliente o fría, esta compota se convertirá en una de tus bebidas favoritas, ideal para compartir con familiares y amigos o simplemente para disfrutar en cualquier momento del día.

Artykuły

Subskrybuj nasze powiadomienia i bądź na bieżąco z najbardziej fascynującymi artykułami, które trafią bezpośrednio na Twój e-mail!